Entra | Regístrate

Actualidad

Pequeños secretos de Joan Manuel Gisbert

Tan misterioso como Ania Vars, la protagonista de su nuevo La que vino de donde no se vuelve, hemos querido ceder las teclas a Joan Manuel Gisbert para que nos cuente algunos de sus secretos.

Joan Manuel Gisbert

PEQUEÑOS SECRETOS QUE SEGURAMENTE NO VOLVERÉ A REVELAR OTRA VEZ

Las responsables de Loqueleo/Santillana me han convencido, a pesar de que yo me resistía a hacerlo, para que descubra algunos pequeños secretos de mi vida, algunos bastante misteriosos por cierto, para acompañar de manera especial la aparición de La que vino de donde no se vuelve. Aquí van algunos:

Secreto nº 1: Cuando tenía nueve años, tras el fallecimiento de una anciana mujer de la familia, le pregunté con apuro a una de mis tías si yo también iba a morir algún día. Ella, con mucho aplomo y seriedad, me dijo que no me preocupara porque yo no iba a morir nunca ya que vendrían otros tiempos y las cosas ocurrirían de manera muy distinta. Y, aunque parezca absurdo, me lo creí, y esa idea me tuvo muy tranquilo por bastante tiempo.

Secreto nº 2: A los dieciséis años, un amigo me llevó, con engaños, al estudio de una quiromántica, al que yo no hubiese ido por propia voluntad. Ella, tras mirar con atención mi mano izquierda, me dijo que tenía dos de las rayas principales de la mano muy distintas a las de la mayoría de personas, y que eso me capacitaba para ejercer actividades creativas y artísticas. En aquel momento no le hice mucho caso y pensé que era una invención para justificar lo que mi amigo iba a pagarle (que tampoco fue mucho, por cierto). Pero después, a lo largo de muchos años, por curiosidad, he mirado las manos de miles de personas, y nadie tiene esas rayas como yo...

Secreto nº 3: En no pocas ocasiones, personajes clave de algunas de mis obras se me aparecen en sueños para sugerirme, pedirme, suplicarme... o hasta exigirme, que prolongue sus vidas en las páginas de una nueva obra en las que ellos vuelvan a tener una presencia destacada. Me dan a entender que me ayudarán a escribirla y que el resultado merecerá la pena. Hasta hoy, cuando les he hecho caso, siempre han cumplido su palabra. Creo que seguiré intentándolo...

Secreto nº 4: Hace ya tiempo que tengo una peculiar y extraña sensación: presiento que uno de mis futuros personajes me revelará en el transcurso de una nueva obra algo decisivo para mí y para toda la humanidad de cara al futuro. Cuando estaba escribiendo La que vino de donde no se vuelve pensé varias veces que su singular protagonista, Ania Vars Lagarde, iba a hacerlo. La incógnita quedó en el aire, pero creo que cada vez está más cerca el momento en que algo tan extraordinario va al fin a producirse...

¿Te atreves ahora a descubrir quién es Ania Vars? ¿Cuáles serán sus secretos?